En el marco de la exposición: “Janet Toro. Intimidad radical. Desbordamientos y gestos”, curada por Cecilia Fajardo-Hill
Production Pamela Fuentes, Alejandra Rivera
Asistencia en el montaje: Adrián Gutierrez, Marcelo Céspedes, Mario Silva
Esta instalación recoge la idea de la instalación anterior Sacra Fames, año 2010, pero la transforma, con nuevos elementos y significado. En esta ocasión, dentro de un televisor vintage hay marraquetas, pan cotidiano chileno, como alimento informativo popular. Metáfora de la información falaz restringida a la ideología neoliberal. Chile ocupa el tercer lugar en las estadísticas con un promedio de seis horas diarias de ver televisión, tiempo suficiente para estar expuestas/os al influjo de la propaganda y la manipulación mediática.
En cuanto a la información el filósofo Byung -Chul Han, en su libro “Infocracia. La digitalización y la crisis de la democracia”, nos dice en la página 81: “La información es aditiva y acumulativa. La verdad en cambio es narrativa y exclusiva”. Y en la página 82: “La crisis de la verdad es siempre una crisis de la sociedad. Sin la verdad, la sociedad se desintegra internamente. Entonces se mantiene unida solo por relaciones económicas externas e instrumentales”.
Dentro de la instalación, hay una silla vacía en un espacio salobre, cuyo suelo se compone de gruesas capas de sal, bordeada de forma circular por adoquines blancos.
La sal elemento fundamental para la vida humana, cumple un importante rol en las funciones fisiológicas, sumada a otros elementos, es conductora de la electricidad. Pero, aquí la sal acumulada de esta forma, nos conduce a una realidad cruda, un sitio baldío, blanco que contrasta con el lienzo negro puesto en el muro frontal, que alude a otra realidad oscura, que no aparece en la información que nos transmite el televisor, una incongruencia pautada, donde la verdad es replegada a intereses económicos.
Existen diferentes significados históricos acerca de la sal. Los sacerdotes egipcios, instaban a derramarla sobre las ciudades destruidas por guerras y por epidemias, para alejar a los demonios y a los males. También la sal tiene connotaciones negativas, en escritos bíblicos dice que al malvado: se le dé casa en el desierto y albergue en una tierra salada" (Job, 39, 6).