Vestida con un Nikab negro, salgo al medio de la galería, soy lo foráneo, lo extraño, lo desconocido... Nadie ve mi rostro.
Lanzo clavos grandes al suelo que hacen un ruido estruendoso, escojo unos clavos. Me oculto detrás de un lienzo blanco. Dibujo rasgando las 1.000 hojas de papel DINA4 con un clavo, durante horas. Una muralla de tela blanca me separa de los espectadores. Mis manos son grabadas por una cámara de vigilancia y son proyectadas en la sala contigua.
Fotodocumentación: UJB