Disemino enormes cantidades de plástico residual de la Industria, en todo mi departamento. Cada habitación está cubierta completamente hasta sellar los umbrales de las piezas. De tal forma que nadie puede entrar a ellas. Los espectadores solo pueden permanecer en el reducido pasillo.
Aquí se desarrolla la idea de muro, del espacio cerrado, de una introversión casi absoluta.
Expreso la sensación de encierro frente a una sociedad indolente. Una situación que viví como extranjera en aquella época y que millones de inmigrantes / refugiados viven actualmente en el orbe. Las puertas, las ventanas se cerraron y se volvieron murallas infranqueables. Como un reflejo de las decenas de muros que se han ido creando en el mundo, a la fecha son 70, según la geóloga Elisabeth Vallet, directora del Observatorio de Geopolítica de la Universidad de Quebec, en Montreal.
En Secluded yo reestructuro mi hogar, negando su función, transgrediendo el concepto de vivienda y la práctica del habitar. Impido el amparo, llevando el espacio a su paroxismo, creo una zona oscura inusitada, que ahoga los impulsos de la vida.
Según el censo realizado por el geógrafo Michel Foucher, publicado en La Presse de Montreal (2009), en el mundo existen actualmente muros o barreras infranqueables entre países de miles de kilómetros: el muro de Estados Unidos y México de 3.200 kilómetros, el muro de Río de Janeiro, debería llegar a 11.000 kilómetros, el muro de Cisjordania, llamado también El muro de la verguenza, construido por el gobierno de Israel es un 80% del territorio Cisjordano-palestino, el muro de India y Pakistán de 2.900 kilómetros, el muro de Ceuta y Melilla, España con 8,2 kilómetros, etc.
